Guardas rurales: reunión de trabajo entre USO y el CNP
La FTSP-USO Andalucía mantuvo una reunión de trabajo con la Unidad Central de Seguridad Privada para abordar la situación de los guardas rurales
El Grupo de Relaciones Institucionales de la Unidad Central de Seguridad Privada ha mantenido una reunión de trabajo para tratar la problemática de la labor de los guardas rurales. Por parte del CNP acudieron el comisario jefe, Manuel Yanguas, David Bravo y Roberto Gabán, ambos inspectores de la Red Azul. En representación del sector, participaron el responsable de los Guardas Rurales de la FTSP-USO Málaga, Juan José Monedero, y Antonio Guerrero, responsable de FTSP-USO Sevilla y de Comunicación de USO-Andalucía, junto a Víctor Fumero, presidente de la asociación de guardas rurales FENAGUAR.
En un ambiente distendido y de colaboración, se expusieron las claves y los problemas fundamentales que atraviesan los guardas rurales en el desempeño de sus funciones.
Compromiso de USO con los guardas rurales
Durante este encuentro, la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada del sindicato USO-Andalucía recalcó su compromiso con los guardas rurales y agradeció a la Unidad Central de Seguridad Privada este encuentro de trabajo, defendiendo la necesidad de repetirlo y fomentar que en toda negociación o propuesta legal se encuentren los representantes de los trabajadores.
Además, se acogió plenamente la propuesta de la Unidad Central de Seguridad Privada de realizar jornadas informativas y formativas para el sector de guardas rurales.
Integración y funciones
Tanto los responsables de la FTSP-USO Andalucía como FENAGUAR expusieron la necesidad de integrar en la colaboración del CNP la acción de los guardas rurales en las demarcaciones que gestiona la Policía Nacional. En este sentido, el comisario Yanguas informó de la próxima integración de los guardas rurales en los programa Integra y Vigila, así como la implantación de la app Alercorts donde estos tendrán una geolocalización en caso de necesitar apoyo en sus actuaciones.
Por otro lado se resaltó el hecho de que los guardas rurales carecieran de la condición de agente de autoridad para el desempeño de sus funciones. Yanguas informó de la llegada del esperado Reglamento de Seguridad Privada, paralizado desde hace años, para el 2021, donde se describiría la protección jurídica de agente de autoridad para el personal de seguridad privada en colaboración con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. A ese respecto Monedero recalcó la necesidad de la homologación en ese reglamento entre los vigilantes de seguridad y los guardas rurales.
Fumero solicitó que en la próxima mesa de negociación de la Ley y Reglamento de Seguridad Privada se incluya a los representantes del sector para así poder abordar adecuadamente los problemas a los que se enfrentan en el día a día.
Dificultades a las que se enfrenta el colectivo
También Fumero, representante de FENAGUAR, informó de las graves dificultades que atraviesan estos profesionales en su trabajo y la demanda de la presunción de veracidad en sus actuaciones cuando se producen incidentes y necesitan acudir al CNP. Monedero, por su parte, añadió que deben crearse protocolos y operativas que garanticen no solo la veracidad solicitada sino la colaboración que debe existir entre Policía Nacional y los guardas rurales. A estos requerimientos Yanguas reconoció estas dificultades y la necesidad de estrechar la colaboración.
Otro grave problema es el intrusismo profesional. La figura del guarda de coto autonómico representa un problema para los guardas rurales, puesto que desempeñan las funciones que no son propias.
También se hizo alusión a las agresiones que sufre el colectivo. Ya no solo en el ejercicio profesional, que es mucha, sino en el momento de interponer denuncia en las comisarias. La representación laboral exigió la entrega solo de la TIP profesional, y no del DNI para hacer estas gestiones, como medida de autoprotección.
Por último también se expuso el problema que supone el Reglamento de Armas al no establecer quién o quiénes pueden tener o no una dotación determinada. Yanguas aseveró que era necesario modificar ese reglamento precisamente para dar una respuesta a la realidad laboral. Monedero añadió que los medios eran insuficiente y propuso una mayor dotación.
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