1 de Mayo: «El valor de tu trabajo», manifiesto de la USO en el Día del Trabajo
Este año no podemos dejar de celebrar el 1 de Mayo aunque estemos en mitad de una severa crisis por el covid-19. Pero será, sin duda, diferente. Y no solo por la imposibilidad de concentrarnos o manifestarnos por las calles de nuestras ciudades. Este 1 de Mayo arranca para la USO con un recuerdo para todas las personas fallecidas, muchas de ellas en circunstancias especialmente inhumanas, y otras que han perdido la vida por cumplir con su deber o estando al servicio de los demás. La USO, con todo el cariño posible, muestra sus condolencias y acompaña a sus familiares y amigos.
Precisamente por las dramáticas circunstancias, conmemoramos esta jornada especial con el lema “El valor de tu trabajo”. Del trabajo de todos que, sin duda, ha cobrado su verdadera dimensión y, en algunos casos, ha pasado a primer plano a los que antes parecían ocultos o insignificantes. Estos días, trabajadores y trabajadoras de supermercados, contact center, de suministros varios, sociosanitarios, vigilantes de seguridad, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, servicios de limpieza, transporte, profesionales de centros hospitalarios y centros de salud, profesionales de la educación en la distancia, empleados públicos de todas las administraciones, y un larguísimo etcétera, han hecho sociedad, han construido futuro.
Y hoy es un día para reconocerlos, no solo con aplausos, sino demandando para ellos unas mejores condiciones laborales, más estabilidad en el empleo, más valoración. Porque, en muchas ocasiones, son los mismos que peores condiciones soportan en todo el país. Son héroes de esta crisis, pero víctimas de la precariedad.
Junto a ellos, están todos los que han caído en ERTE, desempleados, autónomos con sus negocios parados, jubilados, y los que se han quedado en casa por el bien de todos. Algunos, porque no han tenido más remedio, al tener hijos o dependientes a cargo, sin que esta circunstancia se haya tenido en cuenta a la hora de su protección y consideración. Todos hemos contribuido a vencer, esperemos que definitivamente, a este maldito virus.
En toda esta vorágine, USO ha estado conectada contigo, activa plenamente, con todos. Sindicalistas, delegados y delegadas, técnicos, servicios jurídicos y cualquiera con alguna responsabilidad, hasta en el último rincón de la Organización, hemos dado todo y seguimos haciéndolo. Y es de justicia, en este Primero de Mayo, reconocer también la buena labor de las personas que están detrás de nuestras siglas, al lado de la gente, colgados al teléfono y al ordenador para negociar, atender, informar y denunciar, sin horarios, dando el mayor valor al trabajo sindical, a nuestras tres letras.
Estas pocas semanas nos han de servir también para reflexionar, para mirar y exigir un futuro económico, social y laboral diferente; para demandar otras políticas en aras a minorar las consecuencias negativas, a no caer en antiguos errores, a construir una sociedad más fuerte, más humana, y más próspera y sostenible. Un futuro que ponga el Valor del Trabajo como motor de recuperación.
En un contexto en el que aún no nos habíamos levantado de la anterior crisis en términos absolutos, con una calidad de empleo que mes a mes iba en descenso, nos vemos con más de cuatro millones de personas en ERTE y con más de tres millones y medio de desempleados, con muchas empresas y autónomos que no sabrán si volverán a la actividad ni cuándo. Nos encontramos también con varios millones de compañeros y compañeras que han visto finalizado su contrato temporal, con reducciones por actividad… y vuelven a aparecer, con peor cara si cabe, los peores fantasmas de escasez de empleo, incremento de la pobreza, y riesgo de exclusión y desigualdad, que se ceban, una vez más, con los colectivos más vulnerables, como jóvenes, mujeres e inmigrantes.
Las previsiones económicas de distintos organismos son especialmente negativas para nuestro país: no por la mayor incidencia del virus, sino por nuestro endeble modelo productivo, muy dependiente de los servicios y del turismo. Seguimos estancados en un tejido empresarial muy debilitado y dependiente, con abandono de la industria por falta de políticas, sin apostar por sectores estratégicos, con una eterna deuda con la educación de calidad para la que no se consigue un gran pacto de Estado, así como una falta de apuesta por la investigación y por el avance tecnológico y científico.
Además, las malas expectativas lo son también porque tenemos un sistema de formación para el empleo sin calidad, que ha derrochado millones de euros en itinerarios ineficaces. Tampoco en nuestras políticas para un desarrollo sostenible hay certezas: ni con la energía ni con lo que se va a hacer para una transición ecológica justa; o por la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad, para no depender del exterior en cuestiones básicas como capacidad industrial en material sanitario, seguridad digital o labores científicas. Porque se ha preferido durante años ir a mejorar los números en vez de la vida de la gente.
Y es ahora cuando, con más fuerza y orgullo, tenemos que defender el futuro y mejora de nuestro sistema sanitario universal; la educación universal, el blindaje del sistema público de pensiones; una cobertura digna por desempleo; el ingreso mínimo vital que complete el existente en las comunidades autónomas para que nadie quede expulsado de la sociedad; la dependencia y la ayuda a las familias. Todo ello debe hacerse sin comprometer el estado de bienestar y el futuro de las próximas generaciones. Es posible hacerlo con una fiscalidad justa que, entre muchas otras cuestiones, no retrase sine die los impuestos a las tecnológicas para que aporten análogamente lo mismo que hace cualquier empresa o trabajador en este país.
Con esa misma fuerza, hoy toca demandar un trabajo digno para todos: con derechos, estable, que permita desarrollar el proyecto vital a cada persona. Para ello, es necesaria una nueva legislación laboral que acompañe a una batería potente de medidas económicas.
Por todo ello, hoy no tendría sentido demandar el dar ese valor al trabajo solo para nuestro país. Junto a la CES y la CSI, lo hacemos para el mundo entero; porque, solidariamente, también debemos estar este día con todos los explotados, esclavizados, los inmigrantes y refugiados; los millones de trabajadores sin derechos y sin sistemas de protección social. Dentro de nuestras posibilidades, mediante Sotermun-USO, vamos a echar un cable, financiando, entre otros proyectos internacionales, dos proyectos de Cáritas contra los efectos sociales y laborales del coronavirus en España.
Pero esta recuperación no debe ser para un tramo de legislatura, debe ir más allá. No hay margen. El Gobierno y todas las fuerzas políticas tienen que ponerse de inmediato en marcha para unos necesarios acuerdos de reconstrucción en poco tiempo con una potente inversión pública en lo social, en la economía, en educación, en I+D+i, en reindustrialización, en avance tecnológico-digital-científico, y en exigir en la UE, por encima de ideologías, respuestas eficaces, integrales y solidarias.
En este momento histórico, debemos pedir al Gobierno y a todos los grupos políticos presentes en el Congreso que reseteen, que lo de los shows y debates de postín ya nos lo sabemos, que solo saldremos de esta poniendo como foco al ser humano, en toda su integridad, y, en particular, el Valor de tu Trabajo como centro y fin de la actividad económica y social, por encima de cualquier otro interés.
Por supuesto, que toda esa reconstrucción no puede ser de una parte de la sociedad. Debe buscar el consenso amplio sin sectarismos, sin discriminaciones de ningún tipo. Y, en el terreno sindical, volvemos a ponernos a disposición como tercera fuerza sindical en este país para, junto a quien haga falta, arrimar el hombro desde la independencia, la pluralidad y la autonomía sindical.
Saldremos juntos. Esperemos que unidos. Viva el Primero de Mayo. Viva la USO.
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