En Ayuda a Domicilio de Jaén, trabajando seguros gracias a la acción sindical de USO
La Ayuda a Domicilio ha padecido escasez de EPI a pesar de estar en primera línea de riesgo de contagio por coronavirus
El Servicio de Atención Domiciliaria ha sido, desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus covid-19, uno de los más golpeados por la carencia de material de protección para las personas trabajadoras. Una labor, además, que es de primera necesidad para la población dependiente.
El sector de cuidados, en contra de nuestro criterio, no estuvo incluido entre las profesiones de mayor riesgo de exposición al contagio, y, por lo tanto, para las plantillas ha resultado más difícil conseguir las dotaciones oportunas de EPI.
Desde que comenzaron las medidas excepcionales, desde USO hemos tratado de que todas las auxiliares, mujeres en su mayoría en este colectivo, contasen con la debida protección en la realización de su trabajo: protección para ellas, para sus familias y, muy especialmente, para los usuarios, población calificada como muy vulnerable al coronavirus.
La labor de los delegados sindicales de USO-Andalucía, clave en la protección del sector sociosanitario
Por eso, nos enorgullecemos de que, gracias a la labor sindical de nuestros delegados, podamos ganarle pequeñas batallas al covid-19: «en Jabalcuz Dependencia, la empresa de Atención Domiciliaria de Jaén capital, toda la plantilla, unas 240 auxiliares, disponemos de los EPI necesarios prácticamente desde el inicio del estado de alarma. Animamos al resto de compañeros del sector sociosanitario, o de otros sectores que oficialmente no son considerados de ‘máximo riesgo de exposición’ pero que los afectados sabemos que lo son, a no dejar de pelear por nuestros derechos. La falta de EPI es un peligro para todos, no solo para la persona trabajadora», alienta Mamen García, presidenta del comité de empresa de Jabalcuz Dependencia por USO.
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